18-Oct-2007

Para fundamentar su reserva al artículo 1o.de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio Fiscal de 2008


Con su venia, diputada Presidenta. Diputados y diputadas, el gobierno de Calderón pretende, con el impuesto a la gasolina y al diesel, venderle nuevamente mentiras al pueblo de México. Otra vez el discurso de que si no se cobra este impuesto, el país no tendrá crecimiento económico.

Argumento rotundamente falso, al igual que su decreto de austeridad que sólo fue un discurso de ceremonia; un discurso mediático; una simulación, pues hoy desea –eso sí– subir su sueldo mensual a 208 mil 570 pesos, con esto queda bastante claro que a este gobierno lo mueve más la ambición y el egoísmo que las necesidades reales de la gente. Por ello pretende elevar el precio de la gasolina y el diesel, que lacera todavía más la economía familiar de los mexicanos.

Este impuesto daña a la economía, por más que quieran disfrazarla y echarle la culpa a factores externos. ¿Cuáles son estos factores externos? ¿Es acaso la mano invisible del mercado? Si fuera cierto el argumento del gobierno, entonces ¿por qué los factores externos esperaron casualmente hasta que se diera el anuncio del aumento a la gasolina para hacer efecto?

No nos vengan con ese cuento chino. No insulten la inteligencia de la gente, señores diputados del PRI y del PAN. Lo único cierto es que ese impuesto no solamente es injusto, sino que no resuelve el problema de fondo de la insuficiencia de recursos fiscales y no tendrá mayor impacto para el crecimiento de la economía del país, sino por el contrario, profundizará la desigualdad social, el desempleo, la pobreza y la marginación.

Resulta ahora que el único mercado estable, es el mercado de sus intereses, donde especulan con la economía popular sin importar el hambre, la miseria que le causen a millones de mexicanos.

El compromiso contraído con la ciudadanía, nos obliga a rechazar rotundamente el aumento de 5.5 por ciento a la gasolina y al diesel, porque aumentar su costo ocasionaría un aumento generalizado de precios y una mayor carestía, tal y como ya lo estamos observando.

La evolución de los precios de los productos que componen la canasta básica, revela que el crecimiento de su valor, durante los primeros nueve meses del año, fue alrededor de casi 36 por ciento.

El sólo anuncio que hizo el señor Calderón del incremento que tendrá la gasolina y el diesel, para el próximo año, ya empieza a reflejarse en el aumento en los precios de diversos productos alimenticios como la carne, el huevo, la leche, el pan bolillo, esto a pesar de las absurdas declaraciones del gobernador del Banco de México y de los legisladores del PRI y del PAN de que no hay ningún aumento de precios significativos en los productos de primera necesidad.

Pero lo que sí vemos, es que no le está alcanzando el dinero a la gente para alimentarse, para atención médica, para pagar el pasaje, para pagar el gas, la luz, para pagar lo más indispensable.

Contrario a las mentiras que intentan sostener, la verdad es que los 22 mil millones de pesos que pretende recaudar el gobierno con el aumento a la gasolina y al diesel se pueden obtener saneando las finanzas públicas, reducir el oneroso gasto de la alta burocracia, implementando una política de verdad de austeridad.

Además de reducir a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos de los tres poderes: Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Si se reduce a la mitad el sueldo del presidente de la república y en los niveles subsecuentes, hasta director general, así como el sueldo de jueces hasta ministros de la Corte, el de diputados y senadores, se obtienen 10 mil millones de pesos de ahorro. Ahí, casi está la mitad de lo que van a obtener por el incremento a la gasolina y al diesel.

Pero adicionalmente se pueden eliminar los gastos médicos particulares que sirve para pagar servicios hospitalarios privados de la alta burocracia. Si esto se elimina y se atienden en el ISSSTE, esto representaría un ahorro de 2 mil 300 millones pesos más.

De la misma manera se podría eliminar la partida de fondo de ahorro especial para la alta burocracia. Ahí hay otros cinco mil millones de pesos más. Y si se suspenden los bonos especiales, significaría un ahorro de otros cinco mil millones de pesos. Ahí casi está lo que se quiere obtener con el aumento a la gasolina.

O sea que la única alternativa que tenemos para aumentar la recaudación fiscal, y que no se sangre más al pueblo mexicano, es en verdad tener otro tipo de gasto. Eliminar los gastos onerosos que poco le sirven al pueblo mexicano. Muchas gracias.


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