Para referirse al Dictamen sobre el desarrollo turístico “Maruata”, en el Estado de Michoacán
Gracias, Senador Presidente.
Quiero fijar mi posición y hacer una propuesta de adición al Punto de Acuerdo, bajo la siguiente consideración:
En la segunda mitad del siglo pasado, el producto turístico que se generó en nuestro país, fue enfocado al turismo tradicional de sol y playa. Su objetivo esencial era atraer turística internacionales, captar divisas y en menos medida generar empleos.
Por décadas los esfuerzos gubernamentales se centraron en consolidar este tipo de turismo, a través de los denominados “centros integralmente planeados”, como es: Cancún e Ixtapa Zihuatanejo, entre otros.
Sin embargo, este tipo de turismo resultó limitado para el desarrollo regional; y los denominados “centros integralmente planeados”, no escaparon a una de las principales características del crecimiento turístico que es que el desarrollo de dos economías: La desarrollada con todos los servicios públicos, donde se asientan las principales actividades turísticas; y la economía para la población local, en la cual no existe una adecuada planeación del crecimiento de su economía y carente de algunos servicios necesarios.
Otra característica de las ciudades turísticas en nuestro país, es la terciarización de la economía, el desarrollo de la actividad turística tiende a pelear con otras actividades económicas por el uso del suelo, ya que se encuentran fuertemente vinculadas al territorio y al espacio. Es decir, son actividades que son extensivas en uso.
Así, pues, el uso del suelo dará prioridad a servicios como de alojamiento y comercio que por su rentabilidad desplazarán otras actividades locales, agropecuarios o industriales y eso necesariamente conlleva al despojo de las tierras de los originarios de las comunidades.
Claro ejemplo de ello, son las ciudades que fueron creadas y desarrolladas para la actividad turística, el caso más representativo es el de Cancún, donde sus actividades primarias sólo representan en promedio el 2 por ciento de la población ocupada, mientras que el sector terciario, es en promedio del 80 por ciento de su población.
Ixtapa, Zihuatanejo, alrededor del 70 por ciento de su población ocupada se ubica en el tercer sector, mientras que las actividades primarias emplean alrededor del 15 por ciento, eso de acuerdo a datos que proporciona el INEGI.
Por ello, uno de los principales retos que enfrenta la actividad turística, es romper con la limitada concepción de que los centros integralmente planeados son el mecanismo de desarrollo. El estado y nosotros como legisladores debemos encauzar o dirigir el crecimiento considerado, en primer término, el desarrollo y el crecimiento. Es decir, que los beneficio se distribuyan entre la población local.
Aquí el reto es realizar una planeación y ordenamiento adecuado donde el objetivo no sólo sean los viajeros que ingresan al país, y las ganancias de los grandes inversionistas.
No, se debe considerar a la población que vive en los lugares con vocación y atractivos turísticos, es decir, se debe romper con el mito de que a través y únicamente del turismo, una región puede salir adelante. El turismo debe contribuir al crecimiento y al desarrollo de los lugareños, y no desalojarlos de sus tierras, y sean extranjeros de su propia comunidad.
Por ello, la estrategia es incluir e involucrar a los micro, pequeños y medianos prestadores de servicios turísticos en la cadena productiva.
Se debe trabajar por incorporar en todos los proyectos a la población local de los sitios turísticos. Mientras no se trabaje en este sentido, el turismo sólo será una actividad que maneje montos de divisas, que se reflejarán en el crecimiento de los indicadores macroeconómicos, pero que no significarán nada en cuanto al desarrollo regional y bienestar para los mexicanos.
En general, la productividad que se genera a través de la actividad turística se debe reflejar en los servicios turísticos que permitan que los ingresos que se generan ayuden a mejorar las condiciones de los pueblos originarios, como la construcción de calles, escuelas, hospitales, alumbrado público, así como a fortalecer sus tradiciones comunitarias.
Es decir, la comunidad debe ver al turismo como una fuente importante para su economía, pero no como el único sustento.
Y hay quienes perciben con mayor intensidad el impacto de los proyectos de complejos turísticos, son quienes menos se benefician de ellos, y ellos son los pobladores originarios de las comunidades.
Por ello, solamente podría estar votando a favor de este punto de acuerdo, sólo sí, se incluye la siguiente leyenda en el punto de acuerdo. Dice así el punto de acuerdo original, para terminar:
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión, solicita respetuosamente al Poder Ejecutivo Federal en el ámbito de la colaboración entre poderes, que a través de la Secretaría de Turismo, en ejercicio de su competencia y con la participación y consulta que corresponda a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, realice en unión con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, el Consejo de Promoción Turística de México, S. A., de C.V., y el Gobierno del Estado de Michoacán los estudios necesarios para la proyección del Desarrollo Turístico Maruata, y en su caso, se promueva e impulse el desarrollo turístico y económico de la costa de le entidad federativa, y la propuesta de añadido sería:
Siempre y cuando se consulte y se tomen en cuenta a los pobladores, y éstos no manifiesten oposición alguna.
Es cuanto, señor Presidente.
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